El verano es una de las épocas en las que es muy común recibir invitados en casa, en nuestro apartamento de la playa, familia que hace tiempo que no vemos y pasan unos días de vacaciones con nosotros, amigos… Un momento en el que a veces pasamos por alto una serie de puntos que nos facilitarán la vida a nosotros y a ellos. Que harán más cómoda su estancia en nuestra casa y les harán sentir de lo más a gusto y felices con nosotros.
En este libro de ideas hemos recopilado 17 cosas que debes (o que puedes) hacer si quieres que tus invitados se sientan genial nada más poner un pie en tu casa. ¡Muy atento!
Dar la bienvenida a tus invitados con unas flores frescas acompañando la mesa del salón en el que vais a tomar un café, o puestas en la habitación en la que van a dormir, es una maravillosa y sencilla forma de mostrar vuestra alegría por su llegada. Siempre es de lo más agradable ver este tipo de detalles cuando llegamos a una casa que no es la nuestra.
Y para detalle, el de contar con dos o tres cepillos de dientes de sobra sin usar guardados en un cajón. Y es que siempre hay alguien a quién se le olvida el suyo en casa, y poder ofrecerle uno nuevo en la tuya será un detalle genial muy a tener en cuenta.
Llenar la nevera con alimentos y bebidas que te permitan afrontar las diferentes comidas o caprichos que tengáis todos durante el día (tanto tu familia como tus invitados) te permitirá no tener que estar pendiente continuamente de ir a comprar y tener que dejarles solos en casa. También podéis hacer una lista cuando ellos lleguen e ir a comprar todo lo necesario.
También es súper importante informarte acerca de cuáles son los gustos culinarios de tus invitados. Si les gustan más unas comidas que otras, si son veganos o vegetarianos, si son celíacos o bien padecen cualquier tipo de intolerancia alimentaria que pueda suponer un problema.
Liberar algo de hueco en los armarios también es fundamental para que ellos se sientan como en casa. Imagina que tienen su habitación de invitados pero al ir a deshacer la maleta, se dan cuenta de que no tienen espacio para su ropa. Libera algunos cajones o armarios para ellos.
Los perros y gatos llenan de vida y de alegría la casa, pero también dejan rastros de su presencia que puede ser molestos para los invitados. Limpia a fondo cojines, camas y sofás de los pelos de tu mascota. Con un rodillo atrapapelos no tardarás nada y harás más agradable su estancia.
No sólo sirve para mantener la casa limpia de un modo general
… También la limpieza del polvo puede ser crucial ya que tus invitados pueden ser alérgicos a los ácaros. Límpialo bien antes de que lleguen, más allá de las superficies más evidentes.
Puede ser algo obvio, pero queremos que no te olvides de cambiar las sábanas de las camas en las que dormirán tus invitados. Puede que parezca que están limpias, peor siempre será más agradable (e higiénico) acostarse en unas recién lavadas.
Para evitar que tus invitados se den cuenta al salir de la ducha, o que constantemente pregunten dónde pueden localizarlas, deja las toallas limpias a la vista y alcance de todos ellos.
No esperes hasta que lleguen tus invitados para vaciar el lavavajillas: déjalo limpio y disponible para que haya espacio suficiente para usarlo desde el primer momento. Además, sí no habrá nada sucio que sea necesario.
Si la cortina de tu baño ya tiene un tiempo… quizás este sea el mejor momento para cambiarla. A nadie le gusta ducharse acompañado de una cortina con moho, manchas o suciedad.
Nuestros invitados también usarán algunos de los electrodomésticos de nuestra cocina, como pueden ser el microondas o la nevera. Asegúrate de que están bien limpios para que no se lleven ninguna sorpresa desagradable a la hora de usarlos.
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Un consejo muy simple, pero muy importante: tener un ambiente lo más ventilado posible. A nadie le gusta entrar en una casa con malos olores, con calor, con un ambiente cargado… Ventila la vivienda antes de que lleguen e incluso pon algún ambientador.
No te olvides de tener el champú, el gel o los jabones de manos con suficiente cantidad de producto. Aunque ellos traigan los suyos, ofrecer lo que tienes en casa es un detalle sencillo pero a tener en cuenta.
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Si puedes, baja la intensidad de las luces para recibir a tus huéspedes en un ambiente más relajante, suave y acogedor. Crea una sensación más agradable para ellos, lo que les hará sentirse más cómodos en tu casa desde el primer momento en que la pisen. Y si es de día y luce el sol, no dudes en dejar que entre a raudales por la ventana.
Aunque lo normal es callarse las cosas que fallan en nuestra casa, esto no debería ser así. Te recomendamos que avises a tus invitados acerca de los desperfectos que puedan afectarles, así como de las peculiaridades
: un grifo que gotea, si tarda mucho o poco en salir el agua caliente, si hay una bombilla fundida…
Por último, para una agradable velada, asegúrate de contar con bebidas que gusten a todos tus invitados, no solo a ti. Es mejor comprar un poquito de cada cosa, preguntarles antes, o tener un variado para que dispongan siempre de lo que más les apetezca.
¡Serás el anfitrión perfecto!
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