Según el antiguo arte del Feng Shui, los colores tienen un enorme poder e influencia sobre nuestro estado de ánimo, percepción y emociones. Desde colores que nos llenan de alegría a tonos lúgubres y no tan atractivos, es importante conocer que colores estimulan las distintas sensaciones y emociones en nuestro cerebro para garantizar el confort y la plenitud emocional, sobre todo en nuestra propia habitación. Viendo más allá de los gustos personales, los colores en la arquitectura interior según el Feng Shui deben plasmarse para estimular sensaciones específicas como por ejemplo: calma, tranquilidad o alegría.
Si quieres saber cómo pintar tu habitación según el Feng Shui y cómo mejorar la armonía dentro de ella, te invitamos a que continúes leyendo para conocer los tips que tenemos para ti. ¡Acompáñanos por este recorrido por proyectos de los profesionales de homify!
Pinta las paredes de color celeste si quieres meditar y relajarte en tu dormitorio. El azul está considerado como el color etéreo, espiritual. El verde pálido es un color tranquilizante que también queda bien en un dormitorio porque crea una sensación de frescura y un sentido de esperanza. Evita utilizar demasiado rojo o naranja. Son colores apasionados que podrían mitigar contra una atmósfera de descanso.
No hay colores más armoniosos que la gama de los azules. Son extremadamente relajantes. En las habitaciones modernas lo
vemos en paredes y en ropa de cama. ¿Cómo te gustaría aplicar este color?
Sin duda, en los cuartos modernos, uno de los colores bonitos, que nunca pasa de moda, es el verde. En este dormitorio domina el espacio. Es tan flexible que puede usarse en su gama de colores claros para cuartos matrimoniales modernos. ¿Te gusta?
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Una fusión entre dos colores resulta en el rosa pálido, color ideal para quienes buscar proyectar sensación de intimidad en su dormitorio. Éste color contiene rojo, tono que denota pasión y fuego; mientras que el blanco es la representación del amor, la paz y el romance. Según los expertos, el rosado es uno de los colores predilectos dentro del Feng Shui para pintar y decorar el cuarto, siempre y cuando no se sature la habitación.
Mencionamos que el rosado es un color romántico y clásico. En los cuartos modernos es frecuente en los dormitorios infantiles y juveniles. También en los cuartos matrimoniales modernos. ¿Qué te parece este proyecto?
Colores como el beige, marrón claro, blanco y tonos pasteles como el celeste o rosa viejo son perfectos para aligerar y crear una sensación de tranquilidad y paz, sobre todo cuando uno de éstos colores se encuentra en combinación con el blanco. Estos colores producen sensaciones agradables ya que al ser poco saturados, no son un factor de distracción para la mente, dejando que el usuario se relaje y pueda descansar tranquilamente.
El color blanco dentro de los colores neutros es favorito. Para una decoración Zen y para una habitación bajo los principios del Feng shui es fundamental.
Éste interiorismo a cargo de la arquitecto Andreia Louraco es un claro ejemplo de cómo armonizar los colores de la habitación con todos y cada uno de los elementos que conformar el mobiliario. Buscar el equilibrio contraste y un fiel reflejo a nuestra personalidad es indispensable al momento de crear el diseño interior de la habitación, siempre teniendo en mente que la habitación deberá proyectarse como un lugar tranquilo y de descanso.
Si eres una persona activa y dinámica, lo ideal al entrar en tu habitación es dejar todo el agite fuera de ella, logrando ésto a través de los colores que selecciones para tu habitación. Los tonos verdes y azules son perfectos para tranquilizar la mente, contrastando con tu estado psicológico usual. Si eres propenso a la indecisión, pereza o te cuesta estar de buen humor, el amarillo, naranja o rojo serán tus aliados para levantarte el ánimo.
Mantener el orden y armonía visual entre los colores que selecciones para tu habitación es primordial ya que demasiados colores pueden sobreestimular el cerebro creando sensaciones desagradables como confusión o agitación. Un truco sencillo es limitar la paleta a un color primario y máximo dos tonos secundarios, como podemos observar en ésta imagen. El blanco es el lienzo perfecto para salpicar con tonos vibrantes y así lograr un contraste equilibrado entre colores.
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