Casita construída con materiales de la región: ¡económica y de inspiración!

Joelia Dávila Joelia Dávila
Amatenango del Valle / Programa VACA, Juan Carlos Loyo Arquitectura Juan Carlos Loyo Arquitectura Будинки
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El despacho Juan Carlos Loyo Arquitectura cuenta en su haber con varios proyectos que trabaja colectivamente con VACA (Verano, Aprende, Construye, Ayuda), en un programa que fomenta la autoconstrucción con materiales naturales endémicos con la finalidad de apoyar a las comunidades rurales con alto grado de pobreza y de rescatar sistemas tradicionales de construcción y diseño.

Hoy conoceremos el proceso de trabajo de algunas de estas obras: un Centro Comunitario de Mujeres y Maíz y 3 cocinas sustentables. En el primer caso, la construcción se llevó a cabo con un grupo de mujeres indígenas para recuperar las técnicas orgánicas típicas en la producción de alimentos de maíz criollo, siempre con la finalidad de salvaguardar la soberanía alimentaria de la región de Amatenango del Valle, en Chiapas.

El otro caso se refiere a una serie de autoconstrucciones asistidas llevadas a cabo con familias indígenas celtales, cuyo diseño se elaboró entre todos y las técnicas constructivas fueron las tradicionales con materiales naturales.

Te invitamos a viajar a Amatenando del Valle y conocer estas obras y su proceso.

El exterior

Centro Comunitario de Mujeres y Maíz. El maíz es vida y es el alimento sagrado de la cultura prehispánica mexicana, pero no sólo eso, en la actualidad y a pesar del ajetreo de la vida citadina y moderna, el maíz sigue formando parte importante de nuestros días: nunca faltan las tortillas, las tostadas y muchos alimentos más hechos de maíz. Y en este trabajo se desarrolló la construcción de un centro comunitario en donde las mujeres de la comunidad puedan trabajar el maíz.

Una de las cocinas sustentables

Los espacios destinados a las cocinas autoconstruidas se realizaron con materiales naturales y endémicos, como adobes, paja, tejas de barro, puertas y ventanas de madera reutilizada y pisos de tierra apisonada, siempre buscando las mejores condiciones estructurales pero evitando el uso de aceros, concretos y materiales sintéticos.

Cocina para la comunidad

El diseño de los espacios respeta las formas y distribuciones que acostumbran sus habitantes. El arquitecto Loyo concibe a la arquitectura como la oportunidad de lograr una simbiosis con la naturaleza y el entorno, en donde el espacio creado otorga paz y tranquilidad y responde absolutamente a las necesidades de quien lo habita. Es por ello que cada cocina atiende a los gustos y necesidades del grupo de personas que habrá de utilizarla.

Prevención para las lluvias

La zona cuenta con tiempos de intensas lluvias por lo que una de las prioridades de cada edificación es mantener pronunciadas pendientes en los techos y cubrirlos con tejas de barro para proteger los interiores. La terracota de la arcilla luce preciosa aún en el proceso de la obra.

Trabajo en equipo

Algunas mujeres de la comunidad arman las celosías de madera que habrán de cubrir las puertas y ventanas de los lugares.

Colocando celosías

Los chicos de la comunidad también trabajan en el proceso, colocando las celosías sobre uno de los muros para dejar entrar aire y luz natural sin restar privacidad al espacio interior.

Interiores

Los interiores de una de las cocinas muestra un espacio amplio y abierto, con algunas repisas integradas en los muros de adobe. Las sinuosas formas van de la mano con la naturaleza a la que se integran, como las repisas mismas, los troncos y las piedras.

Base de piedra

La cimentación y bases de los muros son de piedra extraída del mismo sitio y sustancias aglutinantes naturales. Sobre ellas se asientan las piezas de arcilla con paja.

Detalles decorativos

Mientras se levantan los muros se pueden ir integrando cántaros y ollas de barro que en su momento servirán para guardar alimentos o utensilios para la cocina, además de lucir como detalles decorativos en el lugar.

Acabados

La obra se realizó colectivamente de principio a fin, como podemos ver en esta fase de acabados. La arcilla está siendo floteada para perder la textura rugosa y quebrada y quedar uniforme y lisa.

¡La creatividad de todos!

El trabajo colectivo genera amor por lo que se realiza, entre todos cuidan y protegen el hábitat. Siempre asesorados por expertos en estructuras, construcción y diseño, los habitantes de Amatenango del Valle construyeron espacios comunes que todos habrán de compartir al mismo tiempo que salvaguardan sus tradiciones y el amor por su tierra.

Si te interesa la autoconstrucción, visita estas 7 casas que pueden ser construidas con poco presupuesto.

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