Ya lo decidiste. Es hora de darle color a tus paredes y ¡no sabes por dónde empezar! ¿Debes decidirte por la paleta de colores de moda o dejarte llevar por tu intuición? ¿Qué colores le van mejor a cada espacio de tu hogar?
No hay mejor manera de inspirarse en la búsqueda de los colores ideales que en el arte. Si en casa tienes piezas de arte como ilustraciones por ejemplo, elige alguno de sus colores predominantes (o alguno de sus variantes) y ¡llévalos a tus paredes!
Para transmitir serenidad, unidad y calma, una alternativa es pintar las paredes con una paleta monocromática. Esto es, usar distintos tonos de un mismo color, como en este dormitorio que se juega con las variantes del beis. Si quieres, añade algunos detalles en la decoración que aporten texturas, como este espejo robará todas las miradas.
Una propuesta moderna en un salón es la combinación del negro, blanco y sus tonalidades. Este juego de colores va mejor en espacios amplios y combina estupendamente con piezas de arte o fotografías en grandes formatos.
Añade color a una pared con un adorno adhesivo. Es la manera más fácil, económica y rápida de renovar una habitación. Puedes combinar el adhesivo con algún color complementario en una pared.
Fíjate cómo es la iluminación natural en el espacio que quieres pintar. Si tienes luz natural durante varias horas al día y te da el sol directamente, podrás elegir tonos más oscuros en las paredes. Y si entra menos luz, opta por colores más tenues.
Si se trata de una habitación pequeña, te irá mejor elegir colores fríos que cálidos. Puedes pintar solo una pared, pero es mejor que sea aquella con ventanas para que la luz que entra vaya a las paredes blancas o más claras. También puedes crear -junto con los expertos en colores- una atmósfera acogedora con colores en la paleta del azul que va muy bien en decoraciones con estilo nórdico y contemporáneo.
Combina colores claros para las paredes laterales y unos más oscuros para la que tengas justo frente a ti y el ordenador que ayudará a mantener la concentración. Aprovecha también este espacio de trabajo para colocar estanterías y mantenerlo siempre en orden.
Aunque dependerá de tus preferencias, si hay colores que son ideales para los dormitorios son los azules y verdes pues son tonos muy relajantes y que transmiten frescura. Y si pintas una pared de blanco, conseguirás un contraste muy especial. ¡Inspírate con más ideas para el color del dormitorio aquí!
Si te van más los colores vibrantes, ¡ve por ellos! Pinta una sola pared de un tono encendido y combínalo con detalles más sobrios, como una alfombra en tonos neutros.
¿Qué efecto te gustaría crear en el baño? Si buscas un ambiente relajante, opta por tonos blancos, celestes y azules. Y si quieres un aire más dinámico y energizante, los naranjas y amarillos irán genial.
Está muy de moda usar colores oscuros en la pared que da la “bienvenida” al llegar a casa. Si no tienes ninguna entrada de luz natural, pinta una pared complementaria con blanco para darle luminosidad.
No le pongas límite a los colores ni a sus combinaciones. Puedes jugar con dos tonos y combinarlos con un mural de diseños, por ejemplo.