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¿Cuál es el resultado de una mala impermeabilización de nuestros suelos? Todos lo sabemos, la posibilidad de que de pronto surjan manchas de humedad y después moho. Y eso solo es el principio, una primera consecuencia estética, que con el tiempo puede ser un foco insalubre. Y con el paso del tiempo, si no se soluciona la presencia de esa humedad puede acabar destrozando los materiales constructivos por muy duros que sean como el hormigón. Si la humedad es constante puede llegar a ser un problema muy grave y de costosa solución.
Por esta razón, como pasa con tantas cosas, también en este asunto es mejor prevenir que curar. Os aportamos unas cuantas soluciones para que las apliquéis si os estáis construyendo una casa o haciendo una reforma, e incluso si lamentablemente os han atacado las filtraciones y humedades estos trabajos de impermeabilización pueden convertirse en vuestra verdadera solución.
Cualquier elemento de vuestra casa que veáis, por muy duro que os parezca puede acabar convirtiéndose en algo débil por la acción continua del agua y las humedades. Sí. El hormigón, el cemento, el granito o el mármol artificial, ya no digamos el yeso, la madera o los metales. Todo puede reducir su vida útil muchísimo por la acción de la humedad.
Para contrarrestar esos efectos en el mercado existen una serie de compuestos químicos que los protegen, es decir, que los impermeabilizan. Ya durante la fase de construcción de cualquier vivienda se tiene en cuenta este factor, pero obviamente siempre surgen imprevistos y aparecen humedades donde no se esperaba. Es un verdadero incordio, pero cuando eso ocurre hay que hacerles frente de forma inmediata, a veces contando con un profesional y otras arreglándolo tú mismo, ya que lo mismo que te puedes hacer tus propios muebles no dudes que también puedes poner remedio a ciertas humedades.
La impermeabilización superficial también la podemos denominar impermeabilización mediante una capa o varias de pintura. Básicamente los compuestos impermeabilizantes de este tipo los podemos encontrar de dos tipos:
- Sobre una base de betún, que es muy fácil de usar y de aplicar, si bien seguramente es la que menos vida útil tenga, en torno a los 6 años.
- Pintura con polímeros aislantes. Este método es más moderno y también más duradero, pero para hacerse una idea de la conveniencia del betún que hemos citado en el anterior punto, hay que decir que en estos productos también se suele usar betún entre sus componentes.
En este caso estamos hablando de una mezcla de componentes más amplia, que incluye una parte de cemento para que se adhiera a la perfección al suelo a impermeabilizar, e incluso a las paredes. El resultado en un producto muy versátil y elástico del que hay diferentes marcas en cualquier almacén de materiales de construcción, ya que se trata de un tipo de impermeabilizante adecuado para lugares con una gran humedad. Es decir, no solo es bueno para tu apartamento como posibles prevención, sino que es muy recomendado en espacios extraordinariamente susceptibles a las filtraciones y humedades como pueden ser los sótanos, bodegas o los garajes, e incluso para zonas muy concretas como canales o sumideros.
Este tipo de solución impermeabilizante o bien se ubica en el suelo durante la fase de obra o se aprovecha una reforma que suponga levantar al suelo para instalarlo, ya que al fin y al cabo tiene que colocarse bajo el suelo de cerámica, madera o de otro tipo que tengamos. En realidad se trata de crear una capa aislante e impermeabilizadora a partir de un relleno suelto, como nos indica su denominación, y este relleno se compone de diferentes materiales como son lana mineral, perlitas, cenizas u hormigón volar. Todo ello desmenuzado, pero que cuando llegan hasta ahí las humedades la mezcla se convierte en un gel muy resistente al agua. De hecho es muy efectivo, si bien el único problema es el costoso proceso para su instalación.
Este otro modo de impermeabilizar se puede decir que se trata de un método de urgencia e incluso para situaciones límite, ya que se trata de un tipo de mortero que fragua de forma ultrarrápida, incluso bajo el agua. De hecho los sellos hidraúlicos se usan sobre todo en exteriores y en elementos como piscinas o estanques. Y es que se trata de un compuesto de cementos especiales, mezclados con áridos y aditivos especiales que aceleran enormemente el proceso de fraguado. Para hacerse una idea de como funciona este sello hidráulico hay que saber que el proceso de preparación es idéntico al del resto de mezclas con cementos, es decir, se activa la unirse y removerse con una cantidad precisa de agua. Pero en este caso hay que hacer pequeñas mezclas y de forma manual, ya que hay que aplicarlo en un tiempo no superior a los 10 minutos, sino ya no se puede trabajar (y hay marcas que comienzan a fraguar a los 4 minutos).
Para impermeabilizar nuestro suelo un método muy común es mediante la colocación de bobinas o rollos de base bituminosa. Si bien este tipo de impermeabilización se puede hace con dos métodos, el llamado pontón y el adhesivo.
La gran diferencia entre ambos es que para el primer tipo hay que emplear un quemador, bien de gasolina o de gas, para su fijación, por lo que solo es recomendable que lo instalen profesionales. Mientras que los rollos adhesivos son mucho más sencillos de instalar, y prácticamente con un metro, tijeras, un rodillo y el producto adhesivo recomendado, cualquiera lo puede instalar en su casa.
