Esos errores comunes al construir una casa (y como evitarlos)

Muchas veces, por falta de tiempo u otras cuestiones, nos dejamos llevar por la ansiedad y pasamos por alto algunos puntos clave en la planificación de una construcción. Si bien, seguramente, hicimos números y tenemos el presupuesto destinado para cada paso acomodado, hay cosas que se nos van de la mano o de la planificación inicial. Esos imprevistos que, a veces, hacen que nos quedemos sin el dinero suficiente para terminar un detalle clave y tengamos que parar la obra durante un tiempo que termina siendo  perjudicial.

Es el ABC de la planificación y la construcción: optar por la mejor orientación y la óptima ubicación en el terreno disponible.  Pero, a veces, por un capricho del dueño por preservar tal o cual vista, o tal o cual pendiente, no se elige la mejor orientación de la casa y esto hará que, por ejemplo, no sea eficiente térmicamente.

El punto de rocío es la condensación que se genera en el interior de la casa. No tenerlo en cuenta es otro error que viene de la mano de malos cálculos para obtener una buena circulación de aire y también en la aislación. Error que hará que tus ventanas, y toda la casa, se llene de esas gotitas de vapor y humedad que terminan por arruinando su interior.

Otro error que muchas veces viene de la mano del ahorro de materiales: no aislar correctamente (porque “no se ve”) ni paredes ni piso con el resultado de una casa helada en invierno y super calurosa en verano.

A veces, lo primero que tenemos que hacer lo dejamos para lo último hasta olvidarlo por completo. Si bien es una responsabilidad del arquitecto de la obra presentar todos los planos correspondientes, debemos estar al tanto de que fue presentado y aprobado en tiempo y en forma, para no tener un problema futuro.

¡No cometás el error de irte de homify! En este otro libro de ideas te damos más recomendaciones y consejos.

Uno de los errores más comunes: por ahorrar hoy, terminas gastando mucho más, mañana. Generalmente los constructores o especialistas ofrecen  la opción de elegir entre varios tipos del materiales. Los económicos son, casi siempre, los más tentadores, sin embargo, hay que pensar y evaluar su durabilidad y resistencia.  Lo mismo ocurre con las propuestas que a priori parecen más caras, y en realidad lo son, pero sus prestaciones son mucho más eficientes a futuro por lo cual es conveniente elegirlas, como por ejemplo, el vidrio simple o el vidrio doble para las ventanas: estos últimos son más caros pero harán que ahorres en calefacción. Buenos asesores en la materia puede ser el Estudio Geya.