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Hoy conoceremos un hermoso y peculiar hotel en Bundang-gu, Corea del Sur, una ciudad enfocada a la ecología y el cuidado del medio ambiente, que fue construido a base de ladrillo con un característico acabado de estuco blanco en el exterior. El Hotel Pangyo cuenta con un diseño muy moderno, adecuado al entorno en el que se encuentra en el contexto urbano, con múltiples ventanas que pareciera fueron dispuestas de manera aleatoria, pero la realidad es otra: hubo una extenuante planeación por parte del despacho de arquitectos coreanos A-17 quienes mediante un cuidadoso diseño, lograron obtener el mayor provecho de la ubicación de los vanos en cuanto a ventilación, iluminación y vistas del entorno. ¡Acompáñanos a conocer este maravilloso proyecto en el Lejano Oriente!
Al arribar a este pequeño pero hermoso hotel, podemos apreciar que a primera vista no es un edificio que comúnmente asociemos a este tipo de servicios, ya que no cuenta con una composición simétrica, lo cual le brinda un encanto especial. Cuenta con 3 volúmenes principales, dos de los cuales cuentan con un acabado en ladrillo aparente que le da un aspecto más acogedor y hogareño. Enfocado a tener un bajo impacto ambiental en su construcción, el ladrillo y los acabados en estuco suman a los esfuerzos de sustentabilidad que se manejan dentro de la ciudad. Los techos con cubierta de tejas de barro ayudan a darle un carácter que invita a hospedarse en el hotel.
En el jardín al interior del edificio, vemos que se crea un espacio lleno de vegetación con un diseño claramente oriental, de líneas limpias, sencillas y elegantes. Este espacio es aprovechado gracias a las múltiples aperturas con las que cuentan los distintos volúmenes que conforman el hotel, las cuales dan vistas hacia este hermoso jardín, creando una mejor ventilación y comunicación entre exterior e interior. Una pequeña plataforma de madera hace la vez de terraza, donde los huéspedes pueden disfrutar del aire libre durante su estancia.
El cubo de escaleras que comunica los diferentes niveles de este hermoso hotel, está acristalado casi en su totalidad, lo cual provoca que la luz natural mantenga iluminado este espacio durante el día y que, al caer la noche, se pueda disfrutar la iluminación interior desde este rincón del patio. Sin duda un hermoso espectáculo visual que es acentuado por la cuidadosa selección y ubicación de luminarias exteriores, tanto en arbotantes como el cubo luminiscente que se encuentra a nivel de piso. El diseño minimalista del jardín es la cereza en el pastel en esta hermosa estampa.
Al acceder por la puerta principal, nos encontramos con un gran vestíbulo que sirve de recepción. El primer remate visual es el muro de ladrillo aparente que sirve de división para esta área y el cubo de escaleras, una pared que cuenta con varias aperturas que crean una ligereza y mayor amplitud espacial. La calidez que crea el piso de madera en colores claros, la luz natural que penetra al espacio y la iluminación indirecta, dan una hogareña y acogedora bienvenida a los huéspedes de este hotel.
Como hemos visto hasta ahora, este edificio cuenta con un diseño interior elegante, sencillo y minimalista. En el área común, que es una réplica del vestíbulo, se encuentra una sala de estar con un gran y cómodo sillón y mesa de centro en color gris, que le da un toque de elegancia y distinción al ambiente. Al fondo, un comedor comunal se encuentra en un pequeño cambio de nivel, el cual sirve para diferenciar ambos espacios sin la necesidad de una partición física. Una vez más, la iluminación natural sumada a la luz indirecta en plafones y techo crean un ambiente único en el área social.
Al subir al segundo piso, nos encontramos con un fantástico espacio distribuidor, decorado con la misma pauta de diseño que hemos venido observando a través de nuestro recorrido. Una luminaria colgante en el techo con vigas de madera aparente es el acento perfecto para este espacio, que a su vez es inundando por la luz del sol que penetra por las múltiples ventanas que se encuentran por todo el edificio. La paleta de colores claros prevalece en este ambiente, desde el cual podemos acceder al espacio más espectacular de este hotel. ¡Vamos a conocerlo!
La azotea del hotel es aprovechada para tener una hermoso espacio al aire libre, con pisos recubiertos de madera y mobiliario de jardín, ideal para disfrutar de un buen té, un libro y un excelente baño de sol, así como de las vistas del contexto urbano de esta bella ciudad coreana. Una sombrilla que cuelga de una estructura metálica, está a disposición de los huéspedes para su mayor confort al disfrutar de este peculiar espacio al aire libre.
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