¡Un hogar bajo costo y alto estilo!

Flavia Pascazi Flavia Pascazi
Casa Clemente, Juan Carlos Loyo Arquitectura Juan Carlos Loyo Arquitectura Будинки
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Esta casa es la personificación perfecta del estilo ecléctico y de una arquitectura de bajo costo. El concepto para concebir esta vivienda nace a partir de la búsqueda de la economía y fusión de culturas, buscando materiales constructivos encontrados en la región para abaratar costos y facilitar el sistema constructivo de la misma. La estética de esta vivienda mexicana no busca ser la más llamativa o avant-garde, simplemente se concentró en crear espacios únicos sin invertir mucho en la decoración; ¿Cómo lo lograron? El arquitecto Juan Carlos Loyo diseñó cada espacio fusionando diversas culturas, tomando prestado de cada una de ellas sus textiles, colores, objetos tradicional y hasta mobiliario, para así crear un aspecto único y atractivo en cada espacio. 

Demos un recorrido por la casa de techos curvos para conocer mejor los detalles y sorpresas se encuentran en su interior…

Lienzo en blanco

El frente de la casa da una impresión sencilla, pero si analizamos los elementos que la componen, nos damos cuenta que cada pieza que conforma la fachada fue pensada y diseñada meticulosamente. El esqueleto (vigas, paredes y columnas) se encuentran recubiertos únicamente por pintura blanca, obviando el friso para crear muros simples pero llenos de textura cuyas formas, que a simple vista parecen cuadradas, tienen ligeros desfases y formas inclinadas para hacer de este frente algo más interesante. Elementos de iluminación cuelgan y nacen desde las paredes, creando un ambiente cálido y que invita al usuario a explorar el resto de la casa, de esta manera, entre formas y luces, la fachada se viste y se adorna sin utilizar elementos innecesarios.

Un patio de bienvenida

Antes de entrar a la casa, nos encontramos con un encantador porche que al igual que la fachada principal, está compuesto por elementos sencillos pero que juntos crean un todo muy pintoresco. Delimitado por un muro bajo de concreto y arbustos decorativos de cola de zorro para darle un toque colorido de tonos verdes y marrones, el porche es un espacio ideal para disfrutar de la brisa y los atardeceres, aprovechando las sombras interesantes proyectadas por la marquesina hecha de acrílico y acero. El mobiliario utiliza troncos reciclados que pueden funcionar como mesitas o butacas, mientras que las sillas modelo Acapulco, contrastan y combinan con el color azul intenso del cielo.

Eclecticismo por todo lo alto

Una vez dentro de la casa, nuestros ojos se pasean por todo tipo de colores, texturas y formas. El mobiliario es una mezcolanza perfecta de objetos de distintas culturas, creando un collage llamativo de elementos que resaltan gracias al interior blanco de las paredes. La sala es el espacio principal que recibe a los invitados, la decoración de este espacio juega con diversos materiales y texturas, siendo la mesa ratona una composición de formas geométricas hechas de vidrio, madera y acero. El sofá se reviste de estampados diversos y llamativos, complementando los tonos cálidos de la alfombra que marcan el piso de toda la sala. El suelo de toda la habitación está hecho de ladrillos tramados, agregando otro color neutro que complementa al blanco de las paredes y el color negro del tejado.

Cocina pequeña pero funcional

Pasamos a la cocina, un espacio sencillo y con la estantería expuesta, siendo los mismos utensilios de cocina parte de la decoración del lugar. Una pequeña barra es el tabique divisor entre el comedor y la cocina, siendo ésta un diseño simple y lineal que alberga todas las funciones básicas para el momento de cocinar. En esta área se identifica con mayor claridad la estructura del techo hecho de madera y cubierto por pintura negra. Visto desde afuera, se interpreta la forma triangular del techo de la vivienda, pero por dentro, observamos que los planos que conforman el tejado son curvos, creando líneas orgánicas que se juntan en la cúspide o vértice del triángulo, de esta manera se logra un tejado singular que por más oscuro que sea, no oscurece a la casa, sino que aporta un toque de misterio y drama.

¡Explosión de color!

Una manera muy low-cost de decorar y diseñar espacios es apoyándose en el uso de colores, como podemos observar en la habitación principal de la Casa Clemente. Este cuarto mantiene una decoración sencilla, siguiendo los elementos más característicos del resto de la decoración (paredes blancas, suelo de ladrillo y marcos metálicos para las ventanas). El punto focal de esta alcoba es la cama, cuya decoración está saturada de color y distintos diseños tribales, indios, clásicos y contemporáneos, haciendo del cobertor el elemento que aporta todo el color que necesita el cuarto. La iluminación natural y abundante proviene de los ventanales que dan hacia la terraza, esta cuenta con un pequeño jardín y mobiliario sencillo para salir un rato a leer o simplemente  echar una siesta al aire libre.

La calidez de los tonos tierra

A diferencia de la habitación principal, el otro cuarto se decora con una paleta de colores un poco más neutral y cálida. La cama se viste con una lana gruesa color gris, que contrasta con el tono naranja de los ladrillos y el resto de la decoración, el closet, también color naranja, está compuesto únicamente por una cortina unicolor que va de piso a techo, siendo la estructura del closet una rama gruesa que guinda del techo para poder colgar de ella los ganchos de ropa. Pero el mobiliario que más resalta en esta habitación es el asiento de madera, cuya estructura metálica es una fusión de pedazos metálicos reciclados, los cuales sostienen una trama de listones de madera unidos entre sí por cinchos de plástico. La palabra reciclaje está presente en cada uno de los elementos decorativos de este cuarto.

Un patio que conecta todo

La parte posterior de la casa alberga un gran patio, donde cada habitación tiene conexión directa con este espacio mediante amplios ventanales de vidrio, los cuales pueden abrirse totalmente o cerrarse y esconderse detrás de cortinas coloridas para mayor privacidad. Materiales como el barro, piedras, canto rodado y macetas de distintas procedencia hacen de este jardín el lugar perfecto para recibir visita o pasar el rato bajo la sombra de los árboles. El colorido de las flores y plantas resalta entre el verde de la vegetación y el color blanco de las paredes para añadir pedacitos de alegría y vivacidad al patio.

Terraza de ensueño

Visto desde este punto, observamos como las grandes puertas acristaladas del comedor se abren y dan paso a un área del patio que se diferencia del resto gracias a la textura del piso y una marquesina similar a la que vimos en el porche de la entrada. Este espacio de luces colgantes, cuenta con cerramientos etéreos hechos con simples cortes de tela que danzan y se mueven con el viento. Esta área se designa para un comedor un poco más romántico y al aire libre, de esta manera se tienen dos ambientes para la misma actividad con un entorno totalmente distinto.

El lugar ideal para disfrutar de un buen café

Este mismo comedor tiene otro aire totalmente distinto a la luz del día, el colorido de las plantas del jardín resalta con la luz del sol, siendo un espacio fresco, vibrante y lleno de color. El mobiliario se mantiene sencillo, una mesa simple y sillas plegables metálicas adornan la mesita ideal para tomar el primer café de la mañana resguardado por las franjas de tela blanca colgante que protegen a los comensales del Sol del verano.

Como observamos, la Casa Clemente es una obra que partió de la sencillez y el buen diseño, buscando recortar gastos sin sacrificar espacios o el buen gusto de la decoración interior. Mezclar culturas, materiales y colores creó un todo armonioso donde lo acogedor se hace presente en cada estancia. ¿Te imaginas viviendo en una casa así?

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