De repente, nos acordamos que el sábado vienen unas visitas a nuestra casa y caemos en la cuenta de que no está en las mejores condiciones de limpieza y orden.
En verdad, todo está patas para arriba y desde hace unas semanas nos estamos prometiendo hacer un higiene profunda que después se desvanece rápidamente.
Pues bien, o afrontamos esta tarea con decisión y coraje o las visitas no querrán volver a pisar nuestra casa.
No te preocupes, tenemos la solución para tu dilema: este libro de ideas te acciona todos los motores para que en poco tiempo tu casa reluzca.
Primero de todo, después de haber luchado contra nuestra pereza y nuestras ganas de salir corriendo, es bueno saber con qué material de limpieza contamos al momento. No vaya ser que en medio de esta tarea nos demos cuenta que nos falta algo imprescindible.
Podemos hacer una lista y chequear que productos de limpieza, esponjas, y un balde nos acompañen en nuestra aventura.
A primera vista, todo parece un caos que no nos promete ser controlado, pero es normal. Lo que sucede es que tenemos que empezar a volver a poner las cosas en su lugar.
Si logramos salir airosos de este primer paso, el resto será más fácil. Entonces, necesitaremos algunas bolsas de residuos para lo que descartemos y tomarnos el trabajo de ordenar bien.
El salón es nuestro próximo desafío y aquí nos vendrá bien la ayuda de una aspiradora que nos facilite la tarea de quitar polvo a los sillones, tapetes y textiles.
Después, hay que sacarle brillo a las superficies de madera o metal para que luzcan encantadoras y por último, hacer que el piso parezca recién estrenado.
Por supuesto que la cocina tiene lo suyo, nos ocupará un poco más de nuestro tiempo dejarla en condiciones. Sobretodo, por el tema de que cuando cocinamos, mucho material grasoso se adhiere a las superficies y eso hace que no se vea linda.
Pero no te preocupes, porque los productos de limpieza de hoy día, te resuelven el problema rápidamente y con éxito.
Después, nos espera la recámara. Pero al menos sobrevivimos a los sartenes y ollas que parecían imposibles de controlar. Ahora con nuevas energías, nos proponemos hacer que el orden reine en nuestro dormitorio.
Para eso, primero quitamos montañas de ropa y calzado que nos despejarán la visión y nos darán esperanzas de seguir la limpieza.
Por supuesto que el baño ocupa el puesto número uno en el ranking de odiados a la hora de la limpieza pero bueno, no podemos saltearlo.
Afrontemos con valor la oportunidad de limpiarlo como nos gustaría que se viera si fuéramos visitas.Otra vez los productos para la higiene nos muestran que los comerciales no están tan equivocados.